Antes de que acabe el día no quiero dejar pasar la oportunidad para felicitar a los maestros en su día. En un país donde la educación es siempre objeto de critica que la gente se detenga y de cuenta de que no todo es color negro y existen buenos educadores es de celebrar, aunque solo ocurra una vez al año.
Creciendo en una familia casi al completo dedicada a la docencia y después de más de 2 años ejerciéndola creo que este día ha ido ganando un poco más de significado para mi pues ahora entiendo los desvelos, las alegrías y las frustraciones que veo en mi madre ante su trabajo.
Debo aclarar que no soy licenciada en educación pero la vida me puso en este camino en el que día a día encuentro algo nuevo, me maravillo, me aterro, me tropiezo y me levanto. Por que educar es un proceso de continuo aprendizaje y he tenido la gran suerte de encontrar camaradas con una vocación y entrega a su trabajo que te inspiran a crecer y buscar ser mejor por y para ti y tus alumnos.
No me queda más que escribir gracias. Gracias a todos los maestros que impulsan los sueños de sus alumnos; que detectan al niño solitario del salón y lo hacen sonreír; que están ahí para escuchar a quien cree que no es escuchado; gracias por las llamadas de atención, las exigencias. Gracias a quienes nos siguen brindando sus experiencias de vida y trabajo aun después del retiro.
Creciendo en una familia casi al completo dedicada a la docencia y después de más de 2 años ejerciéndola creo que este día ha ido ganando un poco más de significado para mi pues ahora entiendo los desvelos, las alegrías y las frustraciones que veo en mi madre ante su trabajo.
Debo aclarar que no soy licenciada en educación pero la vida me puso en este camino en el que día a día encuentro algo nuevo, me maravillo, me aterro, me tropiezo y me levanto. Por que educar es un proceso de continuo aprendizaje y he tenido la gran suerte de encontrar camaradas con una vocación y entrega a su trabajo que te inspiran a crecer y buscar ser mejor por y para ti y tus alumnos.
No me queda más que escribir gracias. Gracias a todos los maestros que impulsan los sueños de sus alumnos; que detectan al niño solitario del salón y lo hacen sonreír; que están ahí para escuchar a quien cree que no es escuchado; gracias por las llamadas de atención, las exigencias. Gracias a quienes nos siguen brindando sus experiencias de vida y trabajo aun después del retiro.
¡FELIZ DÍA DEL MAESTRO!
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